Es increíble como uno puede sentirse identificado con varias personas en su conjunto. Si bien es sabido que no todas las personas somos ni pensamos iguales (por suerte), es gratificante saber que uno tiene determinados códigos para con sus pares. Lo bueno también es cuando te responden de la misma manera. ¿A dónde quiero llegar con esto? A que es impresionante y hasta aveces inentendible como uno en los peores momentos, en momentos en los que está mal, malhumorado, enojado y sin ganas de ver a nadie, ese grupo, ese amigo o amiga te levanta el ánimo. Es con la única gente que podés intentar reirte, la que te hace olvidar por un segunto el malestar por el que estabas pasando. Claro está que no solo podemos reir, muchas veces es bueno llorar y mas en el hombro de quién está en todo momento. Un amigo.

Un amigo va mas allá de todo (me siento el Dr. Lisandrello diciendo esto), mas allá del bien y del mal, de lo triste y lo gracioso, de la charla y del silencio, del amor y del odio.

Es incomparable la felicidad que uno siente compartiendo momentos con estas personas, desde unos mates a una cerveza, desde unas facturas a un buen asado (y no cualquier factura ojo), desde un viaje hasta un boliche, y podría estar nombrando infinidad de cosas. Es por eso que a la larga dscusión que existe (por lo menos en mi entorno) sobre si la felicidad existe o no, he llegado a la conclusión de que sí. Muchos sostienen que la felicidad se encuentra por momentos y si hay alguien que no encuentre la felicidad con sus amigos que me lo diga, no creo que mucha gente.

Este es el punto de la cuestión, acá quería llegar. No voy a prefundizar en el tema de la felicidad, pero si en esos momentos en que se produce. El camino puede ser largo, corto, seco, lluvioso, pero camino al fin. Estoy de acuerdo con que uno transita ese camino sólo, porque uno tiene sus propias vivencias, pero sabes que cuando lo necesites, ahí estarán. Es por eso que siento la necesidad de transmitirles a ustedes que soy feliz, soy feliz en esas comidas, en esas charlas por la madrugada, en esas idas al cine, en las salidas, en los bares. No importa el lugar ni el motivo, importa que estemos juntos, algo tan simple como eso.